Me presento, soy Juan Pedro della Paolera

Me presento: me llamo Juan Pedro della Paolera, tengo 41 años de edad y vivo en  el barrio de Adrogué de la Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Me encontraba en mi país de origen, Argentina, y estaba desempleado. Por ese entonces me hallaba  a la espera de acceder a un empleo público en un hospital, que estaba gestionando mi padre. Mas los tiempos de espera para conceguirlo se fueron alargando, dicha situación me provocaba incertidumbre y desesperanza. De repente se presentó una posible alternativa laboral por parte de mi hermana Graciela, que ya hacía varios años que vivía en Miami. La misma consistía en un trabajo on line, para su empresa Miami Culinary Tours.com. Esta tarea, requería que previamente tuviera  que aprender un conjunto de conocimientos de computación, de los que yo desconocía casi totalmente, lo que a la postre me permitiría trabajar On Line desde la Argentina. La propuesta me interesó, puesto que podía empezar a trabajar en algo interesante con una remuneración justa.
Por su puesto que estaba advertido del calor asfixiante que hacía en Miami, especialmente en los meses de julio y agosto que debía transcurrir allí, pero a pesar de ello y de otras muchas dificultades que pudiera atravezar por mi condición de inmigrante, acepté el reto, la aventura de vivir transitoriamente en un país que tiene costumbres diferentes a las mías.

Tomé coraje y saqué el ticket del avión, una ves comprado el mismo ya no me podía arrepentir. Mis padres me llevaron al aeropuerto con 3 horas de anticipación, como aconsejan las lineas aéreas. Por lo tanto tendría que estar sin fumar esas 3 horas mas las 9 horas del trayecto Bs. As. Miami. Que tortura! Como voy a hacer para aguantar! Allí nomás surgieron las dificultades, las  primeras situaciones molestas que me tocaron vivir.

El viaje, un poco movido al principio por una tormenta, partió a horario y llegamos a las 7 de la mañana hora de Miami. La situación mas temida por mi estaba por venir; el pasaje por la aduana y los controles estadounidenses. Obviamente  no tenía nada que esconder puesto que tenía todos mis documentos en regla, pero uno siempre ve por la T.V o lee en los díarios casos de deportaciones injustas y malos tratos arbitrarios.
Salimos del avión y comenzó ese camino interminable hacia los controles. El primero de ellos  fue migraciones donde no tuve inconvenientes, pero en el segundo control, donde debía presentar mi pasaporte la pase mal, me asusté. Sucedió que mostré el documento solicitado y el señor del control me empezó a gritar algo que yo  no entendía, hasta que lo comprendí, cuando realizó una mímica con sus dedos explicando que debían tomarme las huellas digitales. Tuviste que dejarme pasar.  Acá tenés el dedo!!!!

Escrito por Juan Pedro della Paolera, urbanista culinario, si me quieren contactar, me pueden mandar en email a pepejuan1970@yahoo.com.ar”